Te levantas por la mañana, un baño, un café, un bocado rápido, coges el móvil, las llaves, el casco y sales a trabajar. Pero… ¿dónde está la moto? Ahí tu día cambia por completo: que te roben la moto da mucha rabia. Trabajar duro para poder pagarla, conseguirla, disfrutarla y que desaparezca cuando menos te lo esperas es frustrante.
En este post vamos facilitar consejos para que puedas evitar o, cuando menos, dificultar el robo de tu moto. Además, en la era de la tecnología no pueden faltar los dispositivos para evitar que te robos de motocicletas, los cuales pueden llegar a ser muy útiles.
Al parquear:
Cuando sea posible, guardarla en un parqueadero, siempre es mejor que en la calle. Y todavía mejor si puedes anclarla a algún elemento duro inamovible, como una argolla en el suelo o en la pared. Si no puedes parquear en un parqueadero, trata de dejar tu moto en algún lugar en que la puedas tener a la vista, por ejemplo si vas a comer en un restaurante. Y aunque no puedas tenerla a la vista, mientras te alejas de ella presta atención a las personas alrededor, por si detectaras algún movimiento sospechoso.
Aparca de tal forma que la moto quede bajo el campo de acción de una cámara de vigilancia. Es más difícil que los ladrones se decidan a intentarlo. Si viajan varias motos juntas, encadena unas motos con otras, esto dificulta mucho que te roben la moto.
Después de parquear:
Bloquea la dirección. Sí, es verdad que no es demasiado difícil superar este obstáculo para ladrones «expertos», pero al menos es un obstáculo más. Utiliza uno de los diversos sistemas antirrobo, por ejemplo un candado o cadenas. No pongas el antirrobo cerca del suelo (es más fácil cortarlo o inhabilitarlo). Y trata de ligar la moto con él a un elemento inamovible (una farola, una valla fija…). esto dificultará la vida a los ladrones; si no lo haces así, entre varias personas pueden alzar la moto y cargarla en una furgoneta, por ejemplo, para ocuparse del sistema antirrobo más tranquilamente en otro lugar.
Usa dos sistemas antirrobo distintos: puede ser que un ladrón interesado en tu motocicleta sepa cómo gestionar uno de los dos sistemas, pero no el otro. Por ejemplo, un candado y un antirrobo de disco. Ponle un antirrobo con alarma. El sonido hará desistir al ladrón probablemente. Otra opción aún más avanzada es disponer de un sistema de arranque codificado; es ya muy habitual en los coches: el vehículo solo arrancará con tu llave, de ninguna otra forma, ya que el ladrón no dispone de una llave con ese código. Eso sí, este sistema es más caro.
Si todo lo anterior falla
Con todas estas precauciones es difícil que te roben la moto, pero aún así hay veces en lo que todo falla y los amigos de lo ajeno se salen con la suya. Cuando esto ocurre ya no puedes hacer nada, salvo lamentarte y esperar que tu moto aparezca por algún lado.
Llegado ese momento sólo hay tres cosas que te pueden ayudar a pasar este golpe: Una, tener un seguro con cobertura de robo, que hoy más que nunca son fáciles y económicos de contratar. Dos, que hayas sido previsor y hayas marcado tu moto de alguna manera. Los ladrones muchas veces borran el número de chasis, pero si tú haces una marca en el carenado y la fotografías te podrá servir como prueba para demostrar que te pertenece. Y tres, que consigas un localizador GPS. No impide el robo y no son especialmente baratos, pero cada vez se están usando más los dispositivos que una vez robada la moto te permiten ubicarla fácilmente.