Está muy en las conversaciones cotidianas de estos días el tema de los llamados «Ciberataques», empresas tanto del sector público como el privado están tomando precauciones para este nuevo tipo de riesgo.
QUÉ ES UN CIBERATAQUE
En el extremo más complejo desde el punto de vista técnico, los ciberataques pueden implicar un equipo muy unido de hackers de élite que trabajan bajo el mandato de un estado nación. Su intención es crear programas que aprovechen fallas previamente desconocidas en el software. Así consiguen filtrar datos confidenciales, dañar infraestructura clave o desarrollar una bases para futuros ataques.
Los grupos de piratería más peligrosos se conocen como “amenazas persistentes avanzadas” (APT, por sus siglas en inglés). Pero no todos los ciberataques involucran habilidades técnicas de alto nivel o actores patrocinados por el estado. En el extremo opuesto de la escala se encuentran los hacks que aprovechan los errores de seguridad largamente fijados, las ambigüedades en las interfaces de usuario e incluso una buena supervisión humana pasada de moda.
Muchos piratas informáticos son oportunistas y no escogen los objetivos más valiosos, sino los menos defendidos, como los ordenadores que no tienen instaladas actualizaciones de seguridad o los usuarios que hacen clic en los enlaces maliciosos.
Chubb, Sura, AIG y Aseguremos Consultores están ofreciendo dentro de su portafolio de productos, pólizas para «aminorar» los costos de estos nefastos ciber-delitos que llegan a los 560 millones de pesos.
El costo al que asciende un «ciberataque» ha alcanzado los USD 200.000 lo que en pesos colombianos sería al rededor de los 500 millones. Una cifra difícil de imaginar para la mayoría de nosotros pero para las empresas esto es solo parte de los daños que se pueden cuantificar.
Paralizar por días la operación de una empresa puede llevarla fácilmente a la bancarrota, sin contar con el daño irreparable en su imagen y sobretodo el perjuicio que puede ocasionar para sus clientes.
Ademas que nuestras empresas cuenten siempre con la tecnología de vanguardia, tenemos que estar preparados para este nuevo tipo de riesgos.
Pregúntanos cómo.